Descubre los 10 pueblos más bonitos de Castellón: Guía para una escapada inolvidable - universe4men

Descubre los 10 pueblos más bonitos de Castellón: Guía para una escapada inolvidable

Si de niño te llevaban a Marina d»Or, ahora es tiempo de explorar Castellón a tu manera. Descubre los pueblos más bonitos de esta provincia, cuna de Miguel Ángel Silvestre. Esta región ofrece una combinación única: pueblos con encanto en las montañas, playas espectaculares y una gastronomía que fusiona mar y tierra. Suma a esto las festividades vibrantes, senderos entre olivos milenarios y castillos de ensueño. Es el destino perfecto para relajarte sin la necesidad de largos viajes en avión.

No puedes perderte el Maestrazgo, una comarca histórica compartida con Teruel. Debe su nombre a la Orden de los Caballeros del Temple. Alberga un patrimonio cultural y natural invaluable, reflejo de su historia y geografía. Entre pueblos, relájate en la Fuente de los Baños. Sus aguas, a 25 grados, tienen propiedades mineromedicinales. Ideales para la piel y la salud, alivian afecciones dermatológicas y respiratorias. Explora las Cuevas de San José en Vall de Uxó, entre las más bellas de Europa. Si amas la playa, visita Cala Blanca, Cala Mundina y Cala de Ribamar.

La gastronomía de Castellón es una fiesta mediterránea con toques montañeses. Degusta la paella tradicional, el arroz al horno o el arroz empedrado con legumbres y embutidos. No te pierdas la olla de la Plana o las trufas del Maestrat. Endulza tu paladar con un flaó o una coca de almendra. ¡Prepárate para una aventura inolvidable en los pueblos más encantadores de Castellón! Estos rincones te esperan con los brazos abiertos, listos para mostrarte su esencia única y sus tesoros escondidos. Cada pueblo tiene su propia historia.

Peñíscola te espera con playas impresionantes, calles empedradas y un imponente castillo templario del siglo XIV. Fue hogar del Papa Benedicto XIII y escenario de películas y series. Aquí, el turismo de sol y playa se une al familiar y cultural. Su laberinto de calles medievales y su ambiente inspirador la convierten en un destino inolvidable. Para comer, prueba el arroz de Casa Jaime con vistas al castillo. Duerme en el Gran Hotel Peñíscola, frente al mar y cerca del casco antiguo. Hay parking gratuito en la avenida Pigmalión.

Morella se alza en una colina, rodeada de murallas medievales. Su castillo islámico del siglo XIII domina el paisaje y ofrece vistas panorámicas. Fue escenario de batallas de El Cid Campeador. No olvides probar sus quesos artesanales y los flaons, pastelitos rellenos de requesón y almendras. En Casa Roque, prueba la cocina creativa con productos locales. El Hotel del Pastor, en el centro, ofrece encanto rústico. Aparca en la zona azul de La Alameda, fuera de las murallas.

Vilafamés, en la Toscana valenciana, es puro arte. Su museo de arte contemporáneo está en un palacio. Callejear es una delicia. Una roca gigantesca, la Roca Grossa, sorprende en medio del pueblo. Sus casas de piedra rosada crean un ambiente romántico. Disfruta de la tranquilidad y la buena comida en el Hotel Rural L»Antic Portal. Hay un parking a la entrada del pueblo, junto al antiguo lavadero. Este rincón te enamorará con su belleza y singularidad.

Culla, en el Alto Maestrazgo, es ideal para el silencio y el relax. Es parte de los pueblos más bonitos de España. Aquí, las piedras hablan y los miradores susurran. Fue territorio templario y su herencia se nota en sus calles estrechas. En invierno, parece un Belén viviente. Prueba la comida casera de La Carrasca. Si viajas en grupo, la Antiga escola Pla del Sabater es una opción. Hay parking junto al casco histórico y en la Ermita de San Cristóbal.

Ares del Maestrat, en un risco, impresiona. Tiene una iglesia colgada, ruinas medievales y vistas increíbles. Su microclima frío invita a disfrutar de un buen guiso frente a la chimenea. Si te gustan los fósiles, busca huellas de dinosaurio. Degusta quesos y embutidos del Maestrat en El Coll. El hotel D»Ares es tradicional y acogedor. Estaciona antes de la carretera de entrada al pueblo, junto a un restaurante. No te pierdas esta joya en las alturas.

Montanejos es famoso por sus aguas termales y su entorno natural. Las Fuentes de los Baños ofrecen un baño rejuvenecedor. Sus cañones y senderos son perfectos para senderistas. Visita la Ermita y el Puente Medieval de San José. En San Jaime 35, prueba las croquetas de queso y el pulpo. El hotel Rosaleda del Mijares ofrece relax junto al río. Aparca en zona azul en el centro o en el parking Fuente de los Baños. Un paraíso de bienestar te espera.

Benassal presume de su famoso manantial de agua, ideal para el cuerpo. Su barrio antiguo tiene encanto y una torre medieval. El Paraje Natural Municipal El Rivet, con robles y encinas, merece la pena. La Castellana, en un edificio Art Noveau, es ideal para comer y dormir. Evita entrar al casco histórico en coche, mejor déjalo a la entrada del pueblo. Descubre la pureza y la belleza de este rincón.

Sant Mateu, capital del Maestrazgo en la Edad Media, tiene una plaza mayor magnífica y edificios del siglo XIII. Presume de iglesias góticas, palacios renacentistas y olivos milenarios. Aquí, el aceite de oliva es venerado. Su Semana Santa es espectacular. Elige el menú la Ruta del Sabor en La Bodega. El hotel La Perdi destaca por su desayuno y personal. Usa el parking gratuito junto a la piscina municipal. Sumérgete en su historia y tradiciones.

Forcall es un rincón donde las montañas abrazan el cielo. Su plaza mayor porticada enamora. Cada seis años celebran la Santantonà, una fiesta de fuego y tradiciones ancestrales. Visita la ciudad romana de Lesera y el yacimiento de Sant Joaquim de la Menadella. En otoño, disfruta de la temporada de setas. El Hotel Restaurante Palau dels Osset, en un edificio del siglo XVI, es elegante y ofrece una rica sopa forcallana. Aparca junto al campo de fútbol y las piscinas.

Aín, en la Sierra de Espadán, parece sacado de un cuento. Sus calles empedradas llevan a un castillo árabe. Visita la Iglesia de San Miguel y el lavadero antiguo. El sendero al barranco de la Caritat o la ruta de las fuentes te harán sentir en un paraíso verde. El hotel Fountain Rural Club ofrece experiencias sobresalientes. Al llegar por la CV-223, hay una zona para aparcar a la entrada del pueblo. Déjate cautivar por su encanto rural.

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