Si buscas un vino blanco diferente que te haga salir de la rutina sigue leyendo. A primera vista, puede que no llame la atención, pero te aseguramos que su personalidad te conquistará. Este vino ecológico y biodinámico, con una crianza de 8 meses en barrica sobre lías, ofrece una experiencia gastronómica inesperada por poco más de 13 euros.
Te presentamos una joya enológica de Madrid: el Albillo Real ¡Confía en nuestro consejo y atrévete a probarlo!

Beber Albillo Real te transporta a una categoría de casticismo de élite, un saber defender con la botella abierta. Olvídate de la Garnacha tradicional y déjate seducir por esta variedad blanca con tendencia oxidativa, que incluso puedes guardar para ocasiones especiales. Un vino con carácter que merece ser descubierto.
Un vino con aromas dulces de orejones, membrillo, miel, peras y flores blancas. En boca, se muestra untuoso, con un toque salino y mineral, y un ligero final amargo característico de la Albillo. Un vino blanco gastronómico ideal para acompañar escabeches, arroces o atún.

Nuestra recomendación proviene de San Martín de Valdeiglesias, un pueblo madrileño con una larga tradición vitivinícola. Las Moradas de San Martín, la bodega responsable de este Albillo Real, refleja en sus etiquetas la obra de escritores contemporáneos, un guiño cultural que añade valor a la experiencia.
Las Moradas de San Martín Albillo Real 2023 es un reflejo de su origen: viñedos viejos de montaña, a unos 900 metros de altura, cultivados en vaso sobre suelos de granito y piedra. Esta combinación garantiza una acidez y maduración óptimas, especialmente teniendo en cuenta la rapidez con la que madura la Albillo en este tipo de emplazamiento.
El trabajo en el campo se culmina con una doble vendimia manual nocturna por parcela. Primero se recogen los racimos más expuestos al sol y, una semana después, se cosechan los que estaban protegidos por las hojas. Este meticuloso proceso demuestra que el respeto por la tierra no implica renunciar a un control estricto.

En bodega, se prensa el racimo entero y se desfanga tras enfriarse. Cada parcela recibe un tratamiento individualizado, ya sea con técnicas tradicionales o con hiperoxidación para estabilizar el mosto. La fermentación se realiza con levaduras autóctonas y el vino pasa entre 6 y 8 meses en barricas usadas de roble de 500 litros sobre sus lías, siguiendo el calendario lunar para el battonage. Si el vino lo acepta, nosotros solo podemos disfrutarlo.
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