¿Sabes que hay una rutina tan importante como el entrenamiento que muchas veces pasamos por alto después del ejercicio? El estiramiento no solo mejora tu postura y previene lesiones: también es una herramienta poderosa para liberar tensiones, reconectar contigo mismo y empezar o cerrar el día con más equilibrio. En Solid Studio, el madrileño centro de fitness especializado en pilates reformer, lo saben muy bien y por eso han convertido el estiramiento en una parte esencial de su método.
Mucho más que el “final” de un entrenamiento
En la mayoría de los entrenamientos, estirar es ese trámite rápido que se hace sin pensar. Pero en realidad es una parte muy importante de tu bienestar que, incluso, no requiere del entrenamiento en sí mismo para ofrecer beneficios a tu cuerpo y tu mente.
“El estiramiento no es un apéndice del ejercicio, es parte del proceso”, explican desde Solid Studio. En su metodología, el estiramiento es un ritual de cierre que relaja el sistema nervioso, mejora la movilidad y genera una sensación de bienestar real y duradera.
“Poco a poco vamos tomando conciencia sobre la importancia de la conexión con nuestro cuerpo”, afirma Valentina Carles, entrenadora de Solid Studio. “Esa conexión empieza en el movimiento, ya sea al hacer deporte, al respirar con atención o al crear un espacio donde estirar y fomentar la llegada al cuerpo”.
Los beneficios de estirar después de entrenar
Desde el punto de vista anatómico, el estiramiento post-ejercicio ayuda a que los músculos recuperen su estado natural. Reduce el riesgo de lesiones, mejora la movilidad y favorece una postura más alineada.
En disciplinas como el pilates se trabaja no solo la fuerza del core, sino también la elongación axial, la descompresión vertebral y el reajuste postural. “Muchas contracturas provienen de desequilibrios musculares y patrones posturales inadecuados. Unos estiramientos guiados correctamente, combinados con la activación del centro, pueden corregirlos”, explica la entrenadora Valentina Carles.
El resultado no es solo un cuerpo más funcional, también se consigue una figura más estilizada, alargada y armoniosa, fruto de una mejor alineación corporal.
Un hábito de autocuidado que cambia tu energía
Más allá de que el estiramiento forme parte de tu rutina de entrenamiento, la idea de convertirlo en un hábito independiente como parte de una rutina diaria de bienestar va a favorecer un cambio en tu energía y sensación de bienestar de base. No hace falta mucho: unos minutos al despertar o antes de dormir pueden marcar la diferencia. “Aunque sea con movimientos simples, estirar a diario ayuda a mantener una movilidad articular sana, corregir desequilibrios y liberar tensiones posturales crónicas”, señala la experta. “Antes de mirar el móvil o desayunar, me gusta dedicar unos minutos a estirar. Me conecta con el cuerpo y me cambia por completo la forma de empezar el día”, añade.
Cada quien puede encontrar su momento: por la mañana para activar el cuerpo o por la noche para liberar lo acumulado. Lo importante no es el “cuándo”, sino el “cómo”: con presencia, intención y sin presión.
Un ejercicio para volver a ti
Otra de las claves para entender el bienestar que genera el estiramiento es darle una dimensión superior a la puramente física, ya que el esfuerzo por elongar nuestro cuerpo también implica una conexión emocional y energética con lo más profundo de tu ser.
“El estiramiento post-ejercicio es una práctica de gratitud y presencia”, resume Valentina. “Es una transición del esfuerzo a la serenidad, un recordatorio de que el movimiento no es solo físico, sino también una forma de conectar con nuestro ser interior”.
Moverse con conciencia es una forma de mejorar tu calidad de vida y estirar es una forma de poner el foco plenamente en ti que te permite alcanzar un estilo de vida más saludable. Deja de verlo como un complemento porque forma parte del camino hacia unas mejores condiciones físicas, mentales y emocionales.
Deja una respuesta