Muchos hablan de la comodidad de la soltería en la cama a la hora de dormir, pero también los hay que no pueden evitar sucumbir al placer de dormir en compañía. Y no, no es por sexo. Se trata de descansar. Dormir acompañado es, para muchas personas, el somnífero perfecto. Pero hay quien interpreta mal lo que ocurre. ¿Sabes por qué te duermes rápido al llegar a la cama con tu pareja? No, no te preocupes por la pasión. Y si tu pareja tampoco entiende por qué te quedas dormido a la primera de cambio, toma nota de lo que dice la ciencia para contradecir estas preocupaciones.
Por qué te duermes rápido cuando vas a la cama con tu pareja
Tener facilidad para caer en un sueño profundo cuando estás acompañado de tu pareja es tener una garantía de complicidad brutal en la relación. Si se da el caso es porque la conexión entre los dos va más allá de las emociones que os vinculan porque se trata de algo físico que está comprobado científicamente. No se trata de amor, confianza o aburrimiento; sino de química pura y dura.
La somnolencia nace de la liberación de hormonas que surgen de la compenetración física más pura. Cuando compartes momentos íntimos con tu pareja —sean abrazos, besos, relaciones sexuales o, simplemente, estar cerca el uno del otro— tu cuerpo libera hormonas como la serotonina, la oxitocina y la dopamina, tres de las denominadas hormonas de la felicidad que mejor nos hacen sentir. Se originan en respuesta a la estimulación física y emocional de estar en compañía de quien quieres. Al aumentar sus niveles en nuestro organismo sentimos tal sensación de bienestar y relajación que, en muchas ocasiones, induce a la somnolencia.
Además, esto esta reacción química en nuestro organismo sucede -especialmente- en días que sufres mucho estrés. En España, un 59% de la población se declara estresada, lo que supone casi 12 millones de personas experimentando niveles de cortisol sostenidos de manera continuada. ¿Cómo no caer rendidos de sueño cuando encuentras la paz junto a quien te da confianza y confort?
Cómo reacciona el cuerpo cuando estás con tu pareja
Cuando estás con alguien que te hace sentir seguro —como tu pareja—, tu cuerpo lo nota. Se liberan hormonas como la serotonina y la oxitocina, que ayudan a calmar la mente y a soltar tensiones. Además, se activa tu sistema parasimpático, ese que le dice al cuerpo: «Todo está bien». El corazón late más lento, los músculos se relajan y, sin darte cuenta, te sientes en paz. Justo lo contrario de lo que pasa con el estrés o la ansiedad.
Y hay más: cuanto más duermes con esa persona, más se acostumbra tu cuerpo a su presencia. Con el tiempo, tu cerebro empieza a asociar estar a su lado con dormir mejor. Y, así, dormir juntos no solo fortalece el vínculo emocional, sino que también entrena a tu cuerpo para descansar más profundamente cada vez que estás a su lado. De la misma manera, si tu pareja se queda dormida fácilmente cuando está junto a ti, lejos de sentirte insultado, siéntete halagado, porque estará dándote uno de los mejores regalos que puede ofrecerte: calidad de sueño (y calidad de vida).
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