Durante años, Christopher Schwarzenegger, uno de los hijos de Arnold, luchó con su imagen corporal. A pesar de ser descendiente de una leyenda del culturismo, parecía no seguir los pasos de su padre en lo que respecta a un estilo de vida saludable. Sin embargo, en los últimos tiempos, Christopher ha protagonizado una transformación impactante, acompañada de una honesta reflexión sobre el arduo camino que ha recorrido.
El pasado 10 de mayo, en la Cumbre Inaugural Beacher Vitality Happy & Healthy de Los Ángeles, Christopher compartió detalles sobre cómo logró ponerse en forma, revelando que el proceso le tomó más de cinco años. «Fue un camino largo», confesó en una mesa redonda junto a su madre, Mary Shriver, Kelly Osbourne y el anfitrión del evento, Jeff Beacher. «Comencé en 2019, cuando vivía en Australia. Estaba en un viaje personal enorme. Me lo tomé muy en serio: ‘Voy a salir y a darlo todo’, y me di cuenta de cuánto me impedía mi peso realizar actividades cotidianas», explicó.
Según sus palabras, la motivación surgió de situaciones tan cotidianas como querer practicar paracaidismo. «Pensé: ‘Quiero hacer paracaidismo’. Y mis amigos me respondieron: ‘Sí, ni hablar’. Yo les respondí: ‘Sí, no puedo hacer paracaidismo'», recordó. La frustración de verse limitado por su peso fue un catalizador para el cambio.
Christopher también reveló que su inseguridad con respecto a su peso se remontaba a sus años de secundaria, cuando llevaba almuerzos preparados para comer más saludable. «Lo intenté todo. En la preparatoria hacía repartos de comida y recuerdo que me sentía raro cuando llevaba almuerzos sanos a la escuela», compartió por primera vez sobre su lucha con el adelgazamiento. «No es algo que se logra de la noche a la mañana, requirió mucho ensayo y error». La perseverancia, por lo tanto, fue clave en su proceso.
De hecho, muchos notaron su pérdida de peso cuando fue fotografiado en West Hollywood, California, saliendo a cenar con su hermano Patrick Schwarzenegger. Llevaba una camisa azul marino ajustada y pantalones caqui, lo que evidenciaba su nueva figura. Este cambio no solo es físico, sino también una muestra de su determinación.
Un dato curioso que compartió durante la charla es que dejar de comer pan durante la Cuaresma le ayudó a perder 13 kilos en menos de dos meses. «Curiosamente dejé de comer pan durante la Cuaresma», relató. «Pensé: ‘Bueno, si voy a dejar el pan, mejor aprovecho la oportunidad, y además soy un buen católico’. Y esa era mi única regla. Pensaba: ‘No voy a romper la Cuaresma’. Y así perdí todo ese peso solo con eso». Este pequeño ajuste en su dieta tuvo un impacto significativo en su transformación.
La historia de Christopher Schwarzenegger es un testimonio de perseverancia y determinación. Su camino hacia un estilo de vida más saludable es una inspiración para aquellos que luchan con su peso y buscan un cambio positivo en sus vidas. Su honestidad al compartir sus experiencias y desafíos resuena con muchos que se identifican con sus luchas. Y es que, en última instancia, Christopher demuestra que con esfuerzo y dedicación, cualquier transformación es posible.
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